OTOÑO
Días perfectos
calmos, tibios.
Cielos celestes.
Regresan las golondrinas del
verano.
Entonces, florecen los palos borrachos.
Y los fresnos, lentamente,
tristemente, se vuelven amarillos.
Los plátanos dejan caer sus
enormes hojas.
Ahora, todo se vuelve ocre y melancólico.
El ritmo de la vida se apaga con
el transcurrir de los días.
Los pájaros, se anticipan buscando
reparos del viento y las lloviznas.
Los tordos azulados, retornan
temprano a sus dormideros foliados.
El sol llega sin fuerza, debilitado.
Las mañanas frescas
y las profusas nieblas
anticipan los primeros
fríos.
Así el sereno y bello otoño
habrá pasado.
Hugo Peyrach.
10 de Noviembre de 2013.