Veía ayer un documental español llamado KZ sobre dos de los campos de concentración que los nazis armaron sobre territorios ocupados. El primero de ellos es el campo de Mauthausen(Austria), establecido el 5 de octubre de 1938 sobre un enorme zona verde de pastos y bosques mediterráneos. El campo hoy se ha transformado en un gran museo, más allá de los testimonios de los que soportaron las penurias de haber sido enviados al triste célebre lugar y de los miles de hombres mujeres y niños que no pudieron resistir el castigo allí infligido. Sobresale la opinión de un visitante joven, creo que africano, quien señaló: " Esto es la culminación de aparentemente pequeñas discriminaciones, que no corregidas en su momento pueden terminar en estas barbaridades".Y también en los relatos que hace el encargado del mismo, seguramente austríaco, cuando al momento de cerrar al público el lugar se vuelve solitario y él dice escuchar golpes, ruidos y gritos. Rematando el comentario con un detalle final. Cuando el campo funcionaba ningún animal se acercaba al lugar, ni siquiera pájaros. Señaló: "Tal vez por el olor del crematorio", creo. Podían percibir la muerte, concluyó.
En cuanto al Campo de Auschwitz, cerca de Cracovia, al sur de la Polonia ocupada; recuerda a una enorme fábrica con cientos de pabellones perféctamente delineados. Se trataba de una verdadera fábrica o industria de asesinar gente, más la eficiencia técnica alemana. Llegándose al final de la guerra a "procesar" 10.000 prisioneros por día; sobre todo, judíos húngaros y soldados rusos capturados por el ejército alemán. Los crematorios funcionaban a pleno las 24 Hs.
Sobresale el testimonio de un sonderkommando o sea los que hacían el trabajo sucio, cuando llenaban y vaciaban las cámaras de gas, no mas que nefastas habitaciones subterráneas donde se esparcía un raticida llamado Ciclón B.que en cinco o diez minutos reemplazaba a las balas y al espectáculo sangriento que los nazis retaceaban. En la entrevista, dice que cuando hacían dicho trabajo no pensaba en nada. Otro testigo, señaló a la periodista que lo entrevistaba, que cuando debía fusilar a los prisioneros, su pensamiento estaba puesto en no fallar el tiro.En cuanto a los judíos, dijo, que sólo recordaba cuando niño, sus comportamientos en una granja y el trato que daban a sus familiares que allí trabajaban.
Lo más diabólico es ya muy conocido, se trata de los experimentos médicos que el famoso Dr. Mengele hacía con niños, gemelos y gitanos.
La razón de esta entrada, estriba en resaltar y repensar la opinión de aquel
visitante africano. Dijo el país al cual pertenecía, pero no lo recuerdo. Lo importante, es trabajar para que esta barbaridad, error espantoso, estupidez humana diabólica, no vuelva a repetirse nunca más sobre la tierra. Aquí quedan claros cuáles son los efectos, las consecuencias de la "discriminación" en cualquiera de las formas. Evitemos las mismas,es muy fácil y, quizás este horror no vuelva a manifestarse.
Hugo Peyrachia.
Filosofía de la Historia.
28-2-2011