jueves, 8 de diciembre de 2011



 “RECORDANDO VERANOS”


 

Los veranos significaban, al menos para mí, las vacaciones escolares y los meses, quizás, más deseados; de  soles plenos, verdes intensos, mañanas frescas y tórridas tardes.

Esas mañanas frescas y luminosas de cielo celeste que nunca olvidé.
El canto de los pájaros, madrugadores y bullangueros,  en aquellos lejanos días de noviembre de la escuela primaria cuando las calles se llenaban de mariposas en vuelo, millones de ellas, formando verdaderos ríos de amarillos, naranjas intensos, celestes y blancos. Corríamos detrás de ellas para cazarlas y colocarlas en frascos de vidrios.
Eran los años finales de la década del sesenta,  durante los setenta fueron desapareciendo; hoy son casi inexistentes.
 Cómo olvidar aquellas tardes calurosas que se iniciaban con la  clásica siesta de campo, silenciosas, sólo alteradas por alguna  tormenta del sur de gruesas nubes negras, que  en minutos ocluían el sol hasta convertirlas  en súbita noche. Luego, el viento  intenso levantaba nubes de polvo  y a continuación, la lluvia torrencial, entre fulgurantes relámpagos y estridentes truenos. Tormentas cortas y abundantes, de verano, que solían concluir con un radiante  arco iris al noreste.
 Cómo olvidar los viajes en bicicleta por los alrededores o hasta los trigales de Hernández; más los esporádicos baños en algún estanque cercano y la observación atenta de alguna pareja de pecho colorados  en el cielo, emitiendo su característico canto.
 Cómo olvidar las chicharras violinistas en los atardeceres y las luciérnagas, intermitentes, en los nocturnos baldíos.
 Mis visitas al foco de la esquina en busca de insectos, o a reunirme con amigos  y hablar macanas; como decía mi padre.
Cómo olvidar, el aroma de los espirales de las noches veraniegas; calurosas y serenas.
En diciembre, las Pléyades(siete cabritos) en el cielo norte anunciaban la llegada de la navidad. De los días del pan dulce casero, de las fiestas familiares, de las cañitas voladoras y la música improvisada por los acordeones en la lejanía de los amaneceres.
La constelación de Orión o Tres Marías, era testigo de todo lo que ocurría aquí abajo en aquellos veranos de trigales dorados y maizales en flor.
Luego, llegaba el año nuevo: cohetes, comidas, bebidas y bailes se repetían  hasta la madrugada del nuevo día.
En enero, los Reyes Magos daban por concluidas, regalos de por medio, las fiestas tradicionales.
Poco antes del comienzo del nuevo ciclo escolar, estallaba la “Fiesta Nacional  del Trigo”, cuando aún no era un negocio y duraba la semana completa, y a la que asistía con amigos cada una de las noches; ropa nueva, zapatos nuevos, siempre alguna moda se imponía en aquellos veranos. Las primeras salidas y el interés por las primeras chicas.
Llegado marzo, el otoño hacía su presentación. La temperatura descendía notablemente, aparecían las lloviznas y el retorno a la escuela era inminente.
El aroma a los cuadernos, a los lápices  y un nuevo ciclo comenzaba, señal que el “Verano”, lamentablemente, había llegado a su fin.

Hugo Peyrach.
“Poética”.
Leones,11 de Enero de 2008.

sábado, 19 de noviembre de 2011

 NOVIEMBRE

 



Noveno mes en el calendario juliano, he ahí su  origen.
Noviembre, el mes de los racimos  liláceos de los jacarandás en flor  y de los amarillos  de las encantadoras y portentosas  tipas, que resaltan en el cielo y tapizan los parques y calles de la ciudad.
También los lapachos rozados, hacen su mágica presentación junto a innumerables especies que  muestran su  espectacular floración y sus mágicos colores. Ceibos rojo sangre, espinillos autóctonos, amarillos y naranjas, y millones de pequeñas florecillas amarillentas que abren su s carolas por la mañana  cuando los rayos tibios del sol las acarician.
Es el mes donde la vida estalla. Los benteveos, horneros, tijeretas y  torcazas, enseñan a volar a sus  descendientes preparándolos para la vida que acaban de iniciar. Noviembre, decía William H Partridge es el mes que más deseo, pues con el comienza mi recorrido por los montes  aledaños en busca de nidos y huevos para formar mis colecciones. “Noviembre, árboles y nidos, eso es todo lo que ansío”, repetía.
Es el mes de los finales escolares, de lo apuros, de los pendientes, de las carpetas, las veladas, las fiestas de colación  y los diplomas;  puerta de las anheladas vacaciones.
En el cielo norte nocturno, aparecen las Pléyades, un cúmulo abierto de 100 estrellas  azules de 78 millones de años de antigüedad  a  375 años luz de la tierra;  próxima a la  constelación del toro, una especie de triángulo, no muy alto, donde Aldebarán, su estrella principal, brilla nítidamente  contrastando con sus compañeras. En realidad, es una estrella gigante roja 30 veces mayor que nuestro sol y está a algo más de 65 años luz.
Hacia el este de ésta aparece la Constelación de “Orión”,  una de las cuatro estrellas que rodean a las famosas marías, es una supergigante roja 400 veces mayor que el sol, de nombre “Betelgeuse”.De las cuatro, es la que vemos abajo a la derecha.  Orión,  guarda algo más, debajo de las tres  estrellas que vemos en línea(Marías) se encuentra  la nebulosa del mismo nombre a unos 1.600 años luz y un diámetro de 30 unidades luz, lugar donde se fraguan  estrellas; aún hoy nacen allí nuevas estrellas, cuando el polvo estelar  aglutinado por la gravedad desencadena una reacción nuclear intrínseca, desatando un nuevo nacimiento.
Luego, hacia el centro este, aparece “Can Mayor”, que contiene la estrella más brillante del firmamento sur, “Sirius o Sirio,” a  unos 8,6 años luz. Se trata de una estrella doble ya que otra estrella mucho más pequeña la circunnavega.

Mirando hacia el sur, aparece la famosa “Cruz del Sur”, con  sus dos brillantes compañeras de la Constelación del “Centauro”. La más alejada es  “Alpha Centauri”, la estrella más cercana a la tierra, a unos 4,4 años luz. Además, si se observa bien, las dos nubes  que avistó Magallanes en 1520 cuando ingresó a los mares del sur, son dos pequeñas  Galaxias, a unos 180.000 años luz de la tierra que llevan su  nombre.
A mediados  del verano, aparece en el horizonte norte una estrella grande, solitaria, es “Arturo”, otra gigante  naranja a 37 años luz. Y, a finales del verano, al este, brilla intensamente “Antares”, la estrella principal del Escorpión(Escorpio)  acompañada por otras dos de menor magnitud a ambos lados. Se trata de  una supergigante roja tan lejana que la luz a 300.000 Km. por segundo tardaría  500 años en llegar  hasta ella.
En fin, Noviembre es regocijo del alma. 
No deberíamos olvidar que nos dejó los azules liláceos que flanquean algunas calles de la ciudad, siendo admiración de los viajeros que  arriban a la  misma. 

El amarillo intenso de las encantadoras y gigantes tipas. Lluvias intensas, que   reiniciarán el ciclo de la vida, porque la vida es agua.  Polluelos,  para regocijarnos con sus cantos y alegría;  colores, que la tecnología  aún no  ha podido imitar. Aromas exquisitos en nuestros jardines,   mañanas frescas y luminosas;  tardes apacibles y noches ilustres si se sabe mirar el cielo.
Nuestro planeta, a 100.000 Km.por hora, deberá dar otro giro en torno al sol para que noviembre reaparezca  trayéndonos su mágico esplendor.
Quizás, sus encantos hayan detenido la historia, es el único mes del año que permaneció libre de  reconocimientos históricos hasta hace poco tiempo.
"Noviembre", es el mes poesía.


Hugo Peyrach.
Poética.
25 de Noviembre de 2009

domingo, 18 de septiembre de 2011













PLATERO y JUAN RAMÓN JIMÉNEZ



Hoy me he encontrado casi de casualidad con Platero y Yo, de Juan Ramón Jiménez.
Lo conocía desde mi adolescencia, pero a esa edad uno cree que puede cambiar el mundo y no presta demasiada importancia a títulos que hacen mención a un burro, y para mi edad, el libro no sólo era algo del pasado, sino que, además lo imponían desde la escuela, desde la clase de castellano durante los primeros años del secundario.
Qué grueso error, y cuánto lamento no haberlo leído en su totalidad por aquella época en que perseguía películas tontas, de guerra, monstruos o marcianos, en la incipiente televisión de los años sesenta o en el cine de los domingos.
Hoy, al leer “Platero y Yo” detenidamente, y cotejarlo con la burda realidad de estos tiempos, parece obra de seres ideales, más bien, emergidos de un cuento.
En “Gorriones”, “El Alba” o “Idilios de Abril”, entre otros capítulos, encuentra uno páginas memorables, llenas de bondad recíproca entre el autor y el burrito platero. La mínima lectura desborda en mensajes cargados de ética, con derroches de ternura y pinceladas de belleza; entre amaneceres, colinas, rayos de sol, flores silvestres y personajes diversos, pocas veces manifestados por la literatura universal.
Además, cuantas similitudes de nuestros campos pasados con la campiña española, de las tierras serranas del sur, donde se cuentan vividas las aventuras y desventuras de Platero. Más precisamente en Moguer, en la cercanías de Huelva,  región de Andalucía.
No es extraño que su autor, Juan Ramón Jiménez, haya tenido que exiliarse durante la España de Franco. Nunca la derecha política es formada por seres sensibles con la naturaleza, con los animales. Por lo general son seres inmorales con los mismos y una marcada voracidad por acumular dinero y bienes materiales. Egoístas, y de escasa sensibilidad por el bien común y el respeto por sus semejantes. Lo que afirmo como tesis, los seres de bien jamás podrán apoyar a la derecha fascista, asiento de la desigualdad, los privilegios,  el interés propio desmedido y la competencia deshumanizada intrínseca en el capitalismo liberal.
 Qué error creer que los adelantados españoles fueron modelos, modelos de malvados, que conquistaron a sangre y fuego el nuevo mundo y paradójicamente, llevaban la cruz o lo hacían en nombre de cristo. He aquí un verdadero adelantado con mayúscula, Juan Ramón Jiménez. El amor por su burrito, por la naturaleza, por lo ético,  y que rastrero el gobierno de franco que lo echó al exilio
Releer a Platero, es volver al pasado en todo sentido, cuando todo era manual, natural, sencillo.
Escrito en 1914 con forma de narrativa poética.
Juan Ramón Jiménez, falleció en Puerto Rico-CA-en el año 1958, después de escribir más de 20 libros de bellísima poesía.

EL ALBA
En las lentas madrugadas de invierno, cuando los gallos alertas ven las primeras rozas del alba y las saludan galantes, Platero, harto de dormir, rebuzna largamente.¡Cuán dulce su lejano despertar en la luz celeste que entra por las rendijas de la alcoba!
Yo, deseoso también del día, pienso en el sol desde mi lecho mullido. Y pienso en lo que habría sido del pobre Platero si en vez de caer en mis manos de poeta, hubiese caído en las de uno de esos carboneros que van, todavía de noche, por la dura escarcha de los caminos solitarios, a robar los pinos de los montes, o en las de uno de esos gitanos astrosos que pintan los burros y les dan arsénico, y le ponen alfileres en las orejas para que no se les caigan.
Platero rebuzna de nuevo. ¿Sabrá que pienso en él?. ¿Qué me importa?
En la ternura del amanecer, su recuerdo me es grato como el alma misma. Y, gracias a Dios, él tiene una cuadra tibia y blanda como una cuna, amable como mi pensamiento.



Capítulo veintinueve

Idilio de abril

Los niños han ido con Platero al arroyo o de los chopos, y
ahora lo traen trotando, entre juegos sin razón y risas
desproporcionadas, todo cargado de flores amarillas. Allá abajo
les ha llovido —aquella nube fugaz que veló el prado verde con
sus hilos de oro y plata, en los que tembló, como en una lira de
llanto, el arco iris—. Y sobre la empapada lana del asnucho, las
campanillas mojadas gotean todavía.
¡Idilio fresco, alegre, sentimental! ¡Hasta el rebuzno de
Platero se hace tierno bajo la dulce carga llovida! De cuando en
cuando vuelve la cabeza y arranca las flores a que su bocota
alcanza. Las campanillas, níveas y gualdas, le cuelgan, un
momento, entre el blanco babear verdoso y luego se le van a la
barrigota cinchada. ¡Quién, como tú, Platero, pudiera comer
flores..., y que no le hicieran daño!
¡Tarde equívoca de abril!... Los ojos brillantes y vivos de
Platero copian toda la hora del sol y lluvia, en cuyo ocaso,
sobre el campo de San Juan, se ve llover, deshilachada, otra nube
rosa.

 
Capítulo sesenta y tres

Gorriones

A mañana de Santiago está nublada de blanco y gris,
como guardada en algodón. Todos se han ido a misa. Nos
hemos quedado en el jardín los gorriones, Platero y yo.
¡Los gorriones! Bajo las redondas nubes, que, aveces,
llueven unas gotas finas, ¡cómo entran y salen en la
enredadera, cómo chillan, cómo se cogen de los picos! Este
cae sobre una rama, se va y la deja temblando; el otro se bebe
un poquito de cielo en un charquillo del brocal del pozo; aquél
ha saltado al tejadillo del alpende, lleno de flores casi secas, que
el día pardo aviva.
¡Benditos pájaros, sin fiesta fija! Con la libre monotonía de
lo nativo, de lo verdadero, nada, a no ser una dicha vaga, les
dicen a ellos las campanas. Contentos, sin fatales obligaciones,
sin esos olimpos ni esos avernos que extasian o que
amedrantan a los pobres hombres esclavos, sin más moral que
la suya ni más Dios que lo azul, son mis hermanos, mis dulces
hermanos.
Viajan sin dinero y sin maletas: mudan de casa cuando se
les antoja; presumen un arroyo, presienten una fronda, y so
tienen que abrir sus alas para conseguir la felicidad; no saben de
lunes ni de sábados; se bañan en todas partes, a cada momento;
aman el amor sin nombre, la amada universal.
Y cuando las gentes ¡las pobres gentes!, se van a misa
los domingos, cerrando las puertas, ellos, en un alegre ejemplo
de amor sin rito, se vienen de pronto, con su algarabía fresca y
jovial, al jardín de las casas cerradas, en las que algún poeta,
que ya conocen bien, y algún burrillo tierno—¿te juntas
conmigo?—los contemplan fraternales



Hugo Peyrach-Literatura y Poética-
30 de agosto de 2011-






martes, 19 de julio de 2011


A 42 AÑOS de la CONQUISTA DE LA LUNA
Por. Hugo Peyrachia.



Tocar la luna, llegar a ella, siempre fue objetivo de la humanidad, pero, para pisar su superficie fue necesario crear la ciencia y la tecnología. Si se toma como inicio de las mismas la Grecia antigua, a la humanidad le habría llevado dos mil quinientos años poner un primer hombre sobre su superficie; abriendo, además, el camino hacia otros planetas y quizá, hacia las estrellas.
Seguramente, muchos creyeron que esta hazaña nunca sería posible y que la luna sólo sería parte de los sueños, de la poesía.

Fueron los rusos los primeros en enviar naves exploradoras automáticas a la luna, y consiguieron las primeras fotografías que superaron mil veces las mejores imágenes de los más grandes telescopios en la tierra.

En 1961, el presidente Kennedy en un discurso memorable, señaló, que a fines de la década Estados Unidos de Norteamérica, pondría un hombre en la luna. En contrapunto tecnológico con la Unión Soviética(URSS), entonces enemigos mortales en la confrontación conocida como guerra fría, donde ambas potencias surgidas después de la II Guerra Mundial se disputaban la carrera nuclear y espacial.

La conquista de la luna, significo para los EEUU un desafío a nivel “Nación”, tecnológicamente hablando, y demostró un avance en aeronáutica, astronáutica, electrónica y tecnología de los materiales, aún más desarrollado que la ingeniería rusa, lo que le permitió en tan solo ocho años, llevar, alunizar y traer de regreso sanos y salvos a los primeros dos hombres que caminaron sobre la superficie selenita.
También el primer signo, de que algo no andaba bien en la Rusia comunista.

Para llegar a la luna, el organismo aeronáutico y espacial norteamericano(NASA), desarrolló el proyecto “Apolo”; tal el nombre de la cápsula donde se alojaban los tres astronautas. De forma troncocónica y unos tres metros y medio de diámetro, ésta se ubicaba en lo más alto del cohete que la sacaría de la atracción gravitatoria de la tierra, llamado Saturno V, de 110 metros de altura y un diámetro en la base de 10 metros; pesaba 2.810 Tm. Contaba con tres etapas de propulsantes líquidos para impulsar a la Apolo a órbita terrestre, debiendo acelerar a 11 Km.por seg. algo así cómo 39.000 Km./hora; desarrollando 3.750.000 Kg. de empuje en los primeros minutos tras el despegue, desde Cabo Cañaveral, al sur de la Florida.

La Cápsula o Nave Apolo, estaba conformada por un módulo de comando y servicio llamado ”Columbia” donde estaban los tres astronautas, descripta arriba, único módulo que retornará a la tierra.
Un “módulo lunar” o (LEM), que descendería en la luna, a su vez consta de dos partes, una de descenso, para realizar el alunizaje y otra de ascenso donde se alojaban los dos astronautas, que después del paseo lunar, despegaría dejando sobre la superficie a la primera, para reintegrarse con la Cápsula Apolo en órbita lunar.
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La historia del Proyecto Apolo comienza con Apolo 1;(27-1-1967) que sufrió un accidente en la plataforma de lanzamiento, muriendo calcinados sus tres ocupantes. Apolo 7(11-11-68), probó con éxito la maniobrabilidad de la cápsula. Apolo 8(21-12-68), se acercó a la luna, probó que se podía viajar hasta allí. Apolo 9 (3-3-69), ensayó con éxito el funcionamiento del módulo lunar(LEM). Apolo 10(18-5-69), llevó al LEM a 15 Km. de la superficie selenita, demostrando lo posible y seguro del alunizaje, y Apolo11 (16/24-7-69) alunizó a las 16,18 Hs. del domingo 20 de julio de 1969.
El primer hombre que puso un pie en la luna, se llama Neil Armstrong, era un piloto de pruebas de la fuerza aérea norteamericana, igualmente que el piloto del módulo lunar, Edwin Aldrin; mientras que Michael Collins, esperaba el retorno del LEM en órbita lunar a 130 Km. de su superficie.

El mundo pudo verlo casi en directo(1 segundo y fracción más tarde) por la televisión. Aquí todavía, en blanco y negro e imágenes bastantes borrosas. Eran las 22.56 de aquella fría noche de julio. Fue quizás, la primera vez que algunas personas no podían creer lo que veían y otras, aún hoy, todavía niegan.

El vuelo entre la tierra y la luna de 384.000 Km. duro cuatro días, viajando a un promedio de 4.000 Km./hora.
Armstrong y Aldrin, permanecieron en la luna(Mar de la Tranquilidad) 21 horas, de las cuales 2 horas y cuarenta minutos caminaron sobre ella. Trajeron a la tierra 22 Kg. de material lunar. El lugar, es de polvo gris, minado de cráteres meteóricos.
Armstrong, dijo, mientras descendía, en aquel momento histórico: “Es un pequeño paso para el hombre, y un gigantesco salto para la humanidad”
Cuatro días después, el 24 de julio al mediodía, Apolo 11; amerizaba en aguas del océano pacífico mediante tres paracaídas gigantescos.
Aquí, en Leones, la iglesia festejó con júbilo el éxito de la misión haciendo sonar las campanas como nunca antes había oído.

Neil Armstrong, vive hoy, recluido en una granja de su propiedad en Lebanon, Ohio(EEUU) y sistemáticamente, se ha negado a hablar sobre su histórica aventura.

Apolo 17, cerró el programa lunar en diciembre de 1972.
Poner un hombre en la luna costó 25.000 millones de dólares y permitió un sin número de adelantos en la tecnología cotidiana. La cifra, aunque parezca astronómica, significó menos del 0,5% del producto bruto del país imperial.

Ensayo de Hugo Peyrachia.
15 de julio de 2007

sábado, 9 de julio de 2011


9 DE JULIO DE 2007

El bólido de 12.000 Km. de diámetro viaja a 140.000 Km/hora, en torno a su estrella que lo mantiene cautivo; se trata de nuestra tierra y de nuestro sol.
Cuando haya dado una vuelta completa, después de 12 meses, habrá recorrido millones de kilómetros, y generado las cuatro estaciones.
El punto, es que el recorrido transcurre en total oscuridad y más allá de la atmósfera la temperatura del espacio es de -279ºC: allí es, donde se origina el frío que nos llega cuando los rayos del sol desaparecen.
Hoy, el eje imaginario del planeta de 23 º de inclinación, ha quedado de tal manera que los rayos que le llegan después de 8 minutos del sol, impactan al hemisferio sur oblicuamente, por lo que no descargan la cantidad de energía como si lo hicieran perpendicularmente.(Hemisferio norte)
El fenómeno es conocido en la tierra, cada 21 de junio y da lugar en el hemisferio sur, al inicio del invierno y en el norte, al verano.
La temperatura desciende ente 0 y los 15 grados; desde la noche al día.
Las jornadas se vuelven, cortas, silenciosas, húmedas y lloviznosas; y las noches, largas y neblinosas. Los amaneceres, helados.
Los horizontes, casi siempre son grises o azules grisáceos.

Raramente, pero suele caer aguanieve, como ocurrió hoy desde las 10 de la mañana. Todos nos sorprendimos con los blancos copos que revoloteaban al viento y luego caían oblicuamente a la tierra y se convertían rápidamente, en agua. Al medio día el fenómeno se detuvo y cerca de las tres de la tarde, volvió a repetirse durante otros 30 minutos. EL hecho poco frecuente, se habría manifestado en junio o julio de 1973 ó 1974.
En Buenos Aires, con un poco más de suerte, la nieve se mantuvo consistente y se acumuló sobre techos, árboles y automóviles, reafirmando, bellamente, una vez más, el principio de “macrocefalía” de aquella ciudad histórica. Allí todo se genera, todo ocurre y todo pasa; desde lo natural a lo político.

La vegetación, hace rato que adquirió los tonos amarillos, ocres y marrones; y los árboles se hallan totalmente desnudos, a la espera de la ansiada primavera para revivir.
Los pájaros, son escasos, entre la fantasmal arboleda, sólo algunas palomas torcazas toman un poquito del sol tibio que les llega tímidamente, por las tardes, y cuando ha salido.
Se ven gorriones desconfiados y algunos chingolos aislados, en vuelos rápidos y preocupados..
Otros, no se dejan ver, más aún si sopla viento del sur helado.; sencillamente, desaparecen, quedándose en sus refugios. Aun así he visto algunos horneros muertos de frío en la Plaza Malvinas Argentinas.

Las heladas se repiten, y el cielo despejado es señal inconfundible que éstas se producirán; terminando con las pocas plantas todavía verdes, helándolas totalmente. Jacarandás, palos borrachos, rosas chinas, se achucharran día después, dejando la región monocromática de un gris amarronado.

La gente apresurada, va de un lugar a otro, el frío produce una sensación incómoda difícil de describir. Así pasarán los noventa días hasta que el eje de la tierra cambie lentamente su posición y los rayos vayan impactando entre los treinta y poco menos de sesenta grados, indicando que habrá llegado con seguridad la primavera y los almanaques señalen, 21 de septiembre. Entonces, las golondrinas sabrán que es hora de partir nuevamente hacia el sur, los árboles, que deben desarrollar sus brotes. Los pájaros preparar su nido; y contentos, a los cansados humanos, de tanta ropa y sufrimientos; después de haber desandado el invierno. Pero la tierra, no se detendrá, es sólo el fin de un nuevo comienzo de giros interminables y de inviernos más o menos apacibles.

Hugo Peyrachia
9 de julio de 2007.
“Poética”

sábado, 2 de julio de 2011


“VARSOVIA”


El 1º de septiembre de 1939, en horas de la madrugada, el ejército más poderoso del planeta, por entonces, invade Polonia, aniquilando al ejército polaco de tres millones de hombres, en apenas semanas. Una nueva táctica militar se acababa de estrenar en los campos de aquel país europeo. En principio, un devastador ataque desde el cielo y luego, tanques(Panzer), que aún hoy serían letales al enfrentar cualquier ejército. La táctica consistía en penetrar profundamente por ambos flancos, lejos, de donde se situaba el enemigo y sobrepasarlo, a veces despiadadamente, para luego por detrás de las líneas, cerrarse a modo de pinza y atacar por la retaguardia, mientras que el ejercito defensor(Polaco) más lento, es cercado y atacado simultáneamente por unidades motorizadas, embolsándolos, para luego aniquilarlo sin contemplación con cañones y morteros, para, por último, barrerlos con la infantería. A semejante maniobra militar se la llamó “Guerra Relámpago”, rapidez, más potencia militar.

Los alemanes perdieron en la operación unos 20.000 hombres, pero los polacos aún hoy no se sabe cuantos sumaron sus víctimas, entre civiles y militares; pero seguramente fueron centenares de miles. Cuenta Guderian, unos de los principales generales que comandó las fuerzas acorazadas atacantes, que el 5 de septiembre Hitler llegó inesperadamente al lugar de operaciones, y lo invito a recorrer el frente de penetración, al llegar a Braudenz, sobre el río Vístula, Hitler observó los puentes totalmente destruidos, y ordenó detener la marcha, entonces, vio un cuerpo de artillería aniquilado, preguntándome ¿fueron nuestros aviones que hicieron tamaño desastre?
-No, le contesté, fueron nuestros tanques. Hitler, entonces, quedó estupefacto.
El 9 de septiembre, los tanques alemanes llegaron a Varsovia, la capital Polaca, y aunque encontraron una resistencia encarnizada, la misma fue inútil.
El 17 de Septiembre, Rusia, aliada de Alemania por entonces, ataca Polonia por el este.
El 21; 1.150 aviones alemanes bombardean Varsovia. El 27, la ciudad se rindió.
El 6 de Octubre, Polonia estaba bajo control alemán.

En el otoño del año siguiente, los alemanes cercaron y tapialaron el barrio Judío, obligando a miles de ellos, sin casas, ni parentesco a vivir en el sin poder salir de su perímetro.(Guetto)
Más de 440.000 judíos vivían allí su propio infierno en la tierra, sin saber que realmente le deparaba el futuro cercano y de saberlo, buena parte de ellos, no lo hubiera creído.
Allí una pareja, tres hijas mujeres y tres hijos varones, sobrevivían a las atrocidades de los desesperados, cayendo a los más bajos designios; hostigados por los SS y sobre todo, por la cruel policía formada por su misma gente.
Uno de los niños que sobrevivió hasta el final de esta historia se llamaba Moisés y ésta es su historia real, recreada, con la información disponible después de más de 60 años de haber ocurrido los hechos.
Al parecer Moisés y sus hermanos, escapaban del “guetto” a efectos de buscar algo de comer en la basura de la ciudad, que llevaban al recinto para compartir con sus padres y hermanos, algo de pan duro o restos de hortalizas y huesos, para agregar a la sopa que les preparaba su madre. Una noche, dos de sus hermanos mayores fueron aprendidos por la policía nazi y nunca más se supo de ellos, una de sus hermanas murió de tifus y hasta el mismo Moisés lo tuvo pero los cuidados de su madre lo habían liberado del mal.
En agosto de 1941, una pequeña estación ferroviaria olvidada, cercana al nudo Varsovia-Bialystok, de nombre “Treblinka”, en una zona llana y húmeda con bosquecillos de abetos, pocos kilómetros al nordeste de la Capital, se levantó el célebre campo de exterminio nazi, al cual irían a parar los judíos de Varsovia y sus alrededores.
En Julio del 42, las Cámaras de Gas de Treblinka, estaban listas para recibir los cargamentos humanos. Los primeros veinte vagones de Judíos Polacos, llegó el 24 de Julio por la mañana, era un bonito día de verano y el tren después de apartarse de la vía principal, entró despacio al Campo.
Eran 100 personas por vagón, lo que daría un número de 2000 prisioneros para el primer viaje a la muerte.
Entre gritos y golpes el cargamento se apeaba. Los hombres eran separados de las mujeres y de los niños, éstos últimos y sus madres iban inmediatamente a las duchas, donde eran desnudados y encerrados en grandes cuartos de cemento, inmediatamente, un gas clorado los mataba en sólo cinco minutos. De la desesperación, morían pisoteados unos a otros en medio de un griterío infernal. Luego, grupos de prisioneros generalmente Ucranianos vaciaban la cámara, quitándole previamente dientes de oro, si es que alguien tenía algunos, luego a las fosas previamente abiertas por los prisioneros; si el campo no tenía crematorio, de lo contrario, eran las cenizas las que se acumulaban en montones cercanos al mismo, tanto para rellenar lugares bajos o anegadizos.
Los hombres, en caso de estar en buenas condiciones físicas eran utilizados como mano de obra esclava.
Sólo había en aquel lugar, tres clases de humanos; los amos, los guardias ucranianos (semi esclavos) y los esclavos; judíos.
Aquí, ni el pasado, ni el presente, ni el tiempo como lo conocemos existía, sólo era día y noche. Habían olvidado el rezo y obedecían cualquier orden por más increíble que fuera, siempre y cuando pudieran coordinarla en sus atormentadas mentes.
Todas las pertenencias, se confiscaban, clasificaban y se enviaban a Alemania.
Entre el 22 de julio y el 3 de octubre de 1942; 300.000 judíos del guetto de Varsovia fueron deportados hacia los campos de la muerte, un ochenta por ciento fue a Treblinka y el resto a otros campos cercanos. Es posible que toda la familia de Moisés, haya ido a parar a Treblinka; pero Moisés tuvo un poco más de suerte, y al parecer una familia Polaca lo ocultó en su domicilio, en algún lugar cercano al guetto y allí vivió hasta que la Ciudad decidió sublevarse; cuando pudo organizar un insipiente ejército nacional de unos 38.000 hombres y mujeres, momento en que los Rusos se aproximaban al río Vístula; era agosto de 1943.
Tal situación se vivió esos días y ante la creencia de que los rusos ayudarían, cosa que no ocurrió, en casi los 60 días que polacos y alemanes se enfrentaron, y que terminó con el aniquilamiento de más de 150.000 polacos. Otros, debido a una gestión de la cruz roja pudieron retirarse de la ciudad, pero un buen número de ellos, entre otros, nuestro Moisés, fueron a parar a el tenebroso Campo de exterminio “modelo” de Auschwitz, en las proximidades de Cracovia´. Allí le tatuaron el antebrazo izquierdo con el número de prisionero y debido a la presión que ejercían las tropas rusas llegando a las próximidades, pudo salvarse de las cámaras de gas y los hornos crematorios, que habían terminado con sus padres y hermanos; y, que aquí devoraban hasta 12.000 prisioneros por día. (exterminio a escala industrial).
Ensañados, y con órdenes de no dejar prisionero vivo, los nazis lo embarcaron en “coches jaulas” con destino al campo de Dachau, al norte de Alemania. El transporte había durado 30 días, en los que no se los alimentó ni dio bebida alguna. Moisés, sobrevivió una vez más debajo de los cadáveres de sus compañeros, era Abril de 1945 y el Campo de Dachau, ya había sido liberado por el ejército americano, quien lo envío de inmediato al hospital que habían constituido donde estaba la enfermería de los SS.
El pequeño Moisés, ponía de manifiesto una fuerza única para sobrevivir, por lo que todo el personal del hospital puso empeño por sacarlo adelante, pero a pesar de los cuidados la vida del pequeño judío iba apagándose lentamente. Durante las noches deliraba, llamando a su mamá reiteradamente, el sólo escucharlo rompía el corazón de las enfermeras y de otros enfermos en camas adyacentes; cantaba en su agonía sus días en la escuela, la fiesta del “purín”, los pasteles que le hacía su madre, hablaba del “guetto”, de los ataques aéreos, de las bombas. Imitaba el tableteo de la ametralladoras y los gritos de las SS.
Mil veces, mamá, mamá, mamá, desgarraba el alma de los vecinos, que no podían dormir. Una de las enfermeras, intentaba calmarle diciéndole que ella era la madre a quién llamaba. Pero no tuvo consuelo. Otra noche, gritaba, hambre; tren, hambre, tren.
Al amanecer dejaba de gritar y de vez en cuando pronunciaba una palabra en calma, extenuado; hambre....
La última noche, una enfermera le colocó un termómetro en la boca; unos segundos más tarde se oyó cómo el cristal del termómetro se rompía, imaginando en su sueño, comida. Moisés, en su delirio, siguió masticando.
Los vidrios al parecer produjeron una gran hemorragia en el estómago, la sangre emanaba de su boca. Trozos de vidrios quedaron atascados en sus dientes.
Moisés, había hecho un paro respiratorio y cardíaco, y su vida, por último, se liberó de tanta infamia y opresión de los hombres, tal vez, más cultos del planeta.
El médico americano que llegó casi corriendo a la sala, trató en vano de reanimarlo, entonces, tomó los instrumentos y medicamentos que llevaba en socorro y los arrojo, violentamente, contra al suelo.

HUGO PEYRACHIA.
16 de Octubre de 2006
“INFAMIAS”

sábado, 25 de junio de 2011

“MIENTRAS TANTO”

En el Ensayo anterior, “La Razón de Nuestra Existencia”, digo, que la naturaleza, sino alteramos demasiados sus parámetros ecológicos, o la humanidad se autoaniquila, y según lo explicado, parecería que marcha firme y decididamente a transformar los actuales hombres en dioses, inmortales, logrando la estabilidad final. Lo que habría que agregar, es, que, “Mientras Tanto” los “futuros dioses” tienen entre otros, por ejemplo, estos comportamientos.

El 4 de Junio de 1942, Reinhard Heydrich murió como consecuencia de las graves heridas que sufrió en un atentado. Protector del Reich(Richsprotektor), era vicecomandante de las SS, bajo las órdenes de Himmler y jefe del Reichssicherheitshauptamt(RSHA) o Oficina Central para la Seguridad del Estado. Por lo que supervisaba todas las fuerzas de seguridad del Reich; incluyendo la policía y la gestapo, siendo así uno de los hombres más poderosos de todos los jerarcas nazis.
Con el fin de investigar los remedios que pudieron evitar la muerte de Heydrich; Hitler, ordenó una serie de experimentos médicos que se realizarían en el campo de exterminio de Ravensbruck; 100 Km. al norte de Berlín.
En este Campo, femenino, se llevaron a cabo la mayor parte de atroces experimentos médicos, sólo comparables con los del campo de Auschwitz, cercano a Cracovia en la Polonia ocupada.
Una veintena de médicos infames los llevarían a cabo repartidos en tres grupos. El primero estudiaría los posibles efectos antibióticos de las “Sulfamidas”. Para ello se le inoculaba a los cobayos humanos bacterias de todo tipo, con el objeto de provocarle “gangrena gaseosa”. Clavos, astillas y vidrios extraídos de la basura, eran los instrumentos que iniciaban los experimentos.
Luego, una vez infectados, lo que al parecer, curiosamente, no era fácil, se los trataba con sulfamidas, que a la larga resultaron inútiles, muriendo la mayoría de los pacientes.
El segundo grupo, se encargaría de los experimentos más atroces aún, que lo primeros; harían injertos y trasplantes de músculos, nervios y huesos.
Las conejillas de indias eran todas mujeres, se conocen sus nombres y hasta pueden verse las fotografías de cada una de las desafortunadas escogidas.
Casi todas ellas, sufrieron atroces dolores y lesiones irreversibles. Se procedía rompiéndoles con martillos o prensas las tibias y peronés, y, posiblemente los fémures.
Quirófanos carnicerías, donde eran estudiados y trasplantados, músculos y nervios, fragmentos y secciones enteras de huesos; llegándose a trasplantar un omóplato entero de un prisionero a otro.
Uno de los médicos; la Dra. Herta Oberheuser participó de los primeros experimentos y en el segundo de los casos era la encargada de romper los huesos de las pobres prisioneras.
Había nacido el 15 de mayo de 1911, y procedía de una humilde familia. Graduada en medicina, se presenta al campo en 1940. En octubre de 1946, condenada a 20 años en Nuremberg; donde admite que inyectaba “bencina” en las venas de las prisioneras a las que mataba entre 3 y 5 minutos, estando la misma conciente en el infame momento.
En 1952, fue liberada por un decreto que le redujo la pena.; volviendo a ejercer la medicina como pediatra en una pequeña Villa Alemana.
En agosto de 1958, pierde la licencia para ejercer la medicina; presentando varios recursos, obteniendo su rehabilitación en 1961.Seguramente, quiso justificar los hechos como alivios para aquellas desgraciadas mujeres.
Murió en una casa de ancianas el 24 de Junio de 1978.
El tercer grupo, se dedicaría a “esterilizar” prisioneros que los nazis consideraban poco menos que pertenecientes al reino animal.
Por lo que se sabe, aquí se utilizaron “Rayos X”, con una potencia de entre los 300 y 600 r. Mientras el prisionero o prisionera llenaba algún formulario en un preparado escritorio, sus genitales eran irradiados por dos tubos de rayos X en forma bilateral y por dos o tres minutos si era hombre o mujer, respectivamente; sin que el prisionero lo note. El método permitía esterilizar alrededor de 200 “cobayos humanos” por día, y miles, con una docena de equipos.. Las exposiciones producían la destrucción de la secreción interna de ovarios y testículos, y quemaduras propias en la zona periférica” radiodermatitis”.
Los prisioneros, eran poco después, intervenidos quirúrgicamente a efectos de corroborar los resultados, extirpando ovarios y testículos.
Al parecer, los experimentos se continuaron en Auschwitz.
Un informe del Dr.de la muerte Horst Schumann, del año 1944 a Himmler, le confiaba lo poco exitoso de los mismos. “Debido a los costos y lo relativamente confiable del método, le sugiero utilizar la técnica convencional de castración quirúrgica, más económica y segura; que demandaría entre 6 ó 7 minutos”.
Otra de las tristemente célebres figuras médicas de Auschwitz, era el Dr. Josef Mengele, conocido como el ángel de la muerte. Jefe sanitario del campo entre 1943 y 1945, realizó impunemente, todo tipo de experimentos médicos con los prisioneros del mismo, especialmente con gemelos, cuya edad no sobrepasaba los seis años.
Separados de sus padres a la llegada del campo, eran cuidados especialmente hasta estar en condiciones optimas de salud, entonces eran asesinados juntos, mediante inyección de químicos directo al corazón, y estudiados rigurosamente en las mesas de disección.
El objetivo era la factibilidad de que cada madre alemana pueda tener dos hijos por parto o tal vez, más; porque debían poblar extensas territorios que el ejército alemán había ocupado a vecinos que no pertenecían a la raza pura, y que por lo tanto tarde o temprano deberían ser exterminados y reemplazados por la raza dominante, libre de impurezas indeseables, por lo que necesitarían nuevos ciudadanos que no tenían.
Por lo dicho en el juicio de Nuremberg en el proceso a los Médicos, sabemos que Mengele, hacía transfusiones directas con niños, le inyectaba sustancias químicas en los ojos a efectos de cambiar el color de los mismos, extraía, intercambiaba, órganos sin usar anestesia.
Realizó múltiples experimentos de aislamientos, sufrimientos, reacciones a diversos estímulos; cómo luz, calor, frío, sexo Etc. Inyectó gérmenes letales, hizo operaciones de cambio de sexo, castró, congeló e hirvió prisioneros hasta la muerte.


También en el Campo de Dachau, no lejos de Munich, al sur de Alemania; se realizaban experimentos en “Cámaras de Baja Presión”, para estudiar, los efectos de la altura sobre los pilotos alemanes.
Para ello, el Dr. Sigmund Rascher, solicitó a Himmler,(15 de mayo de 1941) dispusiera de algunos prisioneros condenados a la pena capital, para ser estudiados en experimentos médicos que de otra manera no podían efectuarse, así fue como que empezó la nefasta historia de los CH(Cobayos Humanos).
Supongo, se trataba de una cámara(caja) de chapones de acero remachados, con pequeñas mirillas, y una compuerta por donde se introducía el prisionero y luego mediante una bomba se le extraía el aire de acuerdo con parámetros conocidos entre altura y cantidad del mismo.
En poder de Rascher, se encontraron estudios y filmaciones con las agónicas experiencias, a la que sometió a presos y prisioneros de campo; jóvenes y en perfectas condiciones físicas, así como también de las largas y detalladas autopsias, hechas inmediatamente después de los decesos de aquellos desafortunados CH.
También aquí se realizaron experimentos de “Hipotermia”, a efectos de estudiar las posibilidades de supervivencia en el mar; sumergiendo a prisioneros en piletas de agua fría, sometiendo a las víctimas a inmensos sufrimientos, pues a punto de morir congelada, se lo introducía en otra pileta, pero con agua caliente para reutilizarlo. En algunos casos la nuca era sumergida y en otros no, la razón se halla en que es allí donde se hallan los centros termorreguladores.
En el Campo de Buchenwall, se experimentó con virus de la “hepatitis endémica”, con la intención de infectar con ellos a las tropas enemigas, produciendo una marcada disminución en la voluntad de combatir.
En éste infame campo y en Struthof, se experimentó con vacunas para combatir el “tifus, muriendo prisioneros de diversas nacionalidades.
También se efectuaron experimentos a efectos de producir “armas ofensivas”, con diversas sustancias químicas extremadamente venenosas.
En cuanto al Joseph Mengele, nacido en Baviera en 1911, se sabe que al recibirse de médico, paso a trabajar en el “Instituto de Purificación Genética”; poniendo en práctica sus aberrantes teorías sobre “superioridad racial germana”; luego, la guerra le permitió llegar al Campo de Auschwitz, donde aplicó sus ideas para depurar la raza aria; asesinando en forma personal a más de 2000 indefensos prisioneros; judíos, rusos, polacos etc.
Al terminar la guerra, logró escapar del Juicio de Nuremberg. Llegó a Estados Unidos, dos años después fue detenido; pero baya a saber por qué, fue liberado.
Permaneció escondido en Europa por varios años, hasta que desembarcó en Argentina (1960). Su paso por nuestro país quedo asentado en los “Archivos de la Nación”abiertos en 1993; luego se refugió en Paraguay, donde Stroessner le habría dado ciudadanía paraguaya.
Se supone que más tarde, viajó al Brasil, donde murió ahogado accidentalmente un 7 de febrero 1979 en una playa de Bertioga, en las afueras de San Pablo. Había tomado la identidad de un amigo de nombre Wolfgang Gherhard, en cuya vivienda se hallaron cartas y diarios personales, que traducidos y divulgadas por el diario brasileño “Fhola”de San Palo, donde dice que Mengele nunca se arrepintió de sus infames crímenes.
En junio de 1985, un equipo de antropólogos certificó que los restos exhumados correspondían al siniestro médico de la muerte.

HUGO PEYRACHIA “INFAMIAS”-Noviembre de 2006

viernes, 17 de junio de 2011


INVIERNO

Amaneceres fantasmales.
Mañanas frías y neblinosas.
Pájaros tristes y árboles sin hojas.

Ocaso de los colores.
Plomizos horizontes.
Lloviznas melancólicas.

Amarillos limonados
Ocres rojizos.
Tardecitas cortas de tibios soles.

Retornos apresurados.
Casi sin luz.
Un día que muere.

Si fueras idea,
Serías un sauce.
Un sauce llorón.

Si fueras música.
Chamamé apenado.
“Tarragó Ros.”


Hugo Peyrach.
“Poética”
Abril de 2010.

domingo, 12 de junio de 2011

INFANTES KAPPAS


 Aquella circunvalación fue terrible, pero la telescuela siguió funcionando y los telealumnos prosiguieron con sus clases normalmente.
El profesor, se paró delante de la pantalla y cada uno de los infantes, a miles de millas de distancia, ensayaban saludos e intercambios que se percibían de rigurosos colores brillantes.
-Bien, dijo el profesor, ¡Orden en el multiespacio!
Hoy, indicó, utilizaremos los lectrocrayones multicolores para diseñar especímenes biológicos, de tal manera que aplicaremos vuestros conocimientos de biología, bioquímica, biofísica molecular, botánica, ecología y entomología para diseñar mariposas.
Consulten sus memorias, quiero diseños originales de “lepidópteros”. Pueden además, consultar los existentes en el INE(Instituto Nacional de Entomología) y también en los Museos de Ciencias Naturales. En cuanto a la estructura, sería la misma de siempre para los insectos en general, pero el colorido y diseño, quedará para que ustedes lo realicen según vuestros criterios de arte y estética, sólo, tienen que ingresar al registro y cotejarlas con las existentes, para no repetir los mismos ejemplares.
Terminados los trabajos, deberán enviarlos a la PEC(pizarra electrónica central) donde un grupo de expertos que hemos reunido, darán sus veredictos sobre los 1.500 modelos originales; que serán promovidos a los laboratorios carbomoleculares para su creación y envío al planeta X, el próximo viaje del transbordador espacial.
NO olviden de colocar su unificón y dirección junto al trabajo y les recuerdo, que no podrán enviar más de tres especímenes modelos; además, es preciso que los diseños no sean demasiado grandes. Bien saben ustedes que los posibles depredadores ya están actuando en el lugar, de tal manera, que tengan presente formas posibles de autodefensas, que serán, analizadas por el laboratorio correspondiente. El puntaje para superar la prueba, será de 100 puntos por cada materia aplicada o parte proporcional, según determine el jurado.
El tiempo disponible, será 4/4 hora A y 1/4 hora B.
Los infantes, diseminados por el planeta, trabajaron, diseñando y pintando Mariposas, tal vez, miles de ellas. Las había de tamaños indepredables, hasta bien depredables, siguiendo un patrón morfológico. Buena parte de ellas, tenían marcas rojas en las alas traseras, a efectos de señalar una carga de moléculas mortales para posibles depredadores, otras, sólo representaban las luces de los móviles en la penumbra, como los alumnos habían visto en las pantallas, pues casi no conocían la noche.
Los electrocolores utilizados superaron la extraordinaria gama que los ojos podían registrar, pero a los sensores electroquímicos no se le escapaban detalles.
Había combinaciones asombrosas y brillantes azules. Sobresalieron las naranjas, los amarillos, los blancos y también, los rojos. A medida que los modelos llegaban, el robótico jurado se asombraba de la creatividad de aquellos pequeños seres y del alto optimismo que contrastaba con el de sus progenitores, abatidos, por las últimas noticias y el calor que los estaba calcinando.
Las 1500 mariposas más elegantes, que hoy habitan el planeta X, fueron diseñadas aquí, son fácilmente reconocidas; llevan rayas, puntos, a ambos lados, de tamaños decrecientes, crecientes, círculos multiformes. Todas las figuras geométricas posibles y algunos números.
Los alumnos, seres llamados “Kappas”, tenían algunas “circunvalaciones” de nacidos, y estaban creando las especies que poblarían el futuro planeta tierra, distante 4.500.000 diámetros de su estrella nuclear, al que llamamos X.
Nuestro mundo, cercado por dos hornos nucleares(estrellas), nos impide tener noche y mañanas frescas; es más, nos está incinerando, y estamos preparando la evacuación a X, ya explorado, y al que hemos trasmitido cientos de especies para adaptar la temperatura que aún resulta intolerable. Ahora, los infantes les están poniendo vida, color y belleza, pronto estará listo para colonizarlo, siempre, claro está, que lleguemos a tiempo. Hemos enviado varias misiones al paradisíaco planeta X para verificar la posibilidad de sobrevivencia, y si algunos de los parámetros pueden ser modificados, para ello se han enviados miles de cloróficas, que han resultados aptas y serán las encargadas de producir el elemento gaseoso (16) indispensable.
El mando central, tiene a toda la producción de tecnología creando los equipos necesarios para dejarlo definitivamente. Salir del planeta donde el agua, simplemente, se desdobla en sus átomos originales, se ha transformado en una batalla contra el tiempo.En X, sobreabunda.

Nota. Se cree que una civilización extraterrestre llamada “Kappa”, llegó, a lo que hoy es Japón, hace millones de años.

Hugo Peyrachia.
“Ciencia Ficción”.
1º de Abril de 2007

sábado, 4 de junio de 2011


“LA RAZÓN DE NUESTRA EXISTENCIA.”



Tarde o Temprano, todos nos preguntamos: ¿ Cuál es la razón de nuestra existencia?
¿Para qué estamos en este mundo?. Cuál es su propósito? ¿De dónde venimos y a dónde vamos?.En definitiva, ¿Quiénes somos?.
¿Somos una casualidad, productos de la química, la biología y la evolución natural, o somos productos elaborados, diseños de otros seres superiores a los que llamamos dioses; dios?.
Pensar un poco en nuestro posible origen, de dónde venimos, puede aportar algunos datos para saber quienes somos.
Veamos, en principio, de que estamos hechos. La ciencia nos revela que la materia orgánica que constituye nuestros tejidos, son compuestos o macromoléculas de átomos de Carbono, Hidrógeno, Nitrógeno, Oxígeno, Fósforo, Calcio y otros pocos elementos que alcanzarían los dedos de una mano para contarlos.
Por otra parte, aquellos átomos, no son sino abundadísimos en el cosmos, y todos fueron creados en el interior de viejas estrellas, a distancias siderales, que esparcidos al espacio mediante explosiones extraordinarias, (supernovas), crearon el planeta y los compuestos de la vida. Lo que se discute, es si las moléculas de la vida que formaron las primeras células, surgieron en la tierra o llegaron de algún lugar del espacio, y, si, además, fueron ensambladas naturalmente o artificialmente, digo, en un laboratorio.
Todo esto habilita pensar, que somos seres hechos de materia “interestelar”, o “polvo de estrellas”. Tu sangre contiene hierro en la molécula de hemoglobina que transporta el oxígeno a las células. Ese hierro se creó en viejas y lejanas estrellas, hace miles de millones de años.
Tanto nuestro planeta como nosotros mismos, somos productos espaciales, más aún del “caos” del cosmos, aunque parezca una contradicción.
Así las cosas con la ciencia, somos hijos del cielo estrellado o del barro, si se considera al mismo a los minerales ya solidificados en el planeta. Muchas civilizaciones, adoraban al sol, como el dios que los originó y la realidad parece darles la razón, parcialmente, ya que el mismo constituye sólo una parte de la nebulosa que originó el sistema solar, por ende, el sol y a nosotros mismos, pero esa nebulosa de polvo cósmico ya traía consigo el producto de otras estrellas que habían agotados sus vidas y aportados sus elementos al cosmos, luego la gravedad los condensó formando nuestro sistema solar y nuestro mundo.
Por otra parte, y dentro del reino de la metafísica y de la religión, somos productos de las más elaborados pensamientos que pasan por la mitología, los astros, la tierra, el mar, ciertos animales etc. Hasta de un dios omnipotente, hechos a imagen y semejanza.
La evidencia, parece indicar que somos producto de la Evolución Cósmica, Química y Biológica durante millones de años, que de unas simples moléculas orgánicas que se organizaron en forma de protocélulas, y que la evolución llevó por un laberinto de encrucijadas posibilidades, más el aporte de los rayos cósmicos que generaron las mutaciones, que resolvió en vegetales o en animales y que el mismo mecanismo increíblemente perfeccionador por implacable, llevó a los hombres y si, tal vez, no se alteraran demasiado los parámetros ecológicos que lo contienen, quizás produciría dioses. Tal vez ya los produjo y fueron nuestros creadores.......
Por otra parte, es innegable la vida y aún la inteligencia en el universo, pues nuestro mundo no es más que un pequeño planeta imperceptible en el cosmos; rebosante de vida. Puede que sea la prueba que estamos buscando, nosotros mismos.
La evidencia de nuestra “evolución”, está en los fósiles, en los museos de historia natural.
En el plano químico y molecular. La persistencia de las moléculas y su estabilidad. Por ello la regla de los “octetos” es la finalidad de los átomos. Volverse estables consiguiendo una configuración “areaccionaria.”( ocho electrones en la última órbita), como lo son los "gases nobles". Emulando; quizás, desde el ámbito antropológico la inmortalidad, o sea la "estabilidad" definitiva.
Somos producto de la interacción de los electrones que forman los átomos, que para volverse estables tienden a combinarse entre ellos, originando moléculas y éstas, materia y células, y a su vez, tejidos, órganos, cuerpos y seres inteligentes.
En el ámbito biológico, la vida busca la proliferación, la “sobrevivencia”. Es el “sexo” el principal motor, que junto a la reproducción, ensaya una y otra vez procurando modificaciones genéticas que sirvan al propósito de lograr una mejora en la especie con respecto al medio y así proseguir la búsqueda de esa “Estabilidad”, donde quizás la evolución se detenga. Ésta, parece ser la única razón de nuestro paso por la vida; asegurar la especie con posibles cambios genéticos favorables, mientras se encuentre en condiciones de hacer los intentos (reproducción), luego, sin finalidad alguna, la naturaleza nos eliminará sistemáticamente uno a uno. Resulta además, el cociente que determina el tiempo de vida de cada especie, de donde se deduce, que con sólo avanzar la fertilidad de la especie se alargaría su plazo de vida útil (reproductiva) y en consecuencia su edad biológica.
Mientras tanto, pueden observarse razones. Desde saber quiénes somos, de dónde venimos; o buscar a un dios creador. Hasta la de ayudar al prójimo.

Ensayos-(Filosofía)
HUGO PEYRACH.
12 de Octubre de 2003.

jueves, 26 de mayo de 2011

“ MÁQUINAS DEL TIEMPO”

Tendría yo 10 ó 11 años cuando compré el libro que después conformó el primer volumen de mi biblioteca personal. Se trataba de “La Tierra”, y era editado por una Colección Popular de “TIME-LIFE”; impreso en Italia en 1969.
Fue aquí, que supe que el sol es una estrella; me enteré de que formamos parte de un grupo de planetas que giran en su entorno, porque su gravedad no deja que escapen al espacio y la velocidad que llevan los mismos (Fuerza Centrípeta) evitan a su vez, que caigan hacia el. También, comprendí que el conjunto de planetas y el sol, pertenecen a uno de los brazos de la galaxia Vía Láctea, que gira sobre si misma, y se dirige hacia la constelación de Hércules. Pero a su vez, viaja hacia otra galaxia, la más cercana, llamada Andrómeda, distante a unos 2 millones de años luz; tiempo que la luz a 300.000 Km. por segundo tarda en llegar hasta ella.
También el libro cuenta que Eratóstenes, un matemático griego, que vivió en el año 200 antes de cristo, calculó de un modo muy aproximado el diámetro ecuatorial de la tierra, lo que hace sospechar que sabía de su redondez y quizás de su esfericidad.
Muy bien ilustrado, el libro y sus datos cautivaron mi intelecto y dispararon mi ingreso a la Escuela de Geología de la Universidad de Río Cuarto en 1976.
Los datos del Libro eran muy interesantes, como ya señalé, pero había algo más de importancia en aquel primer libro, y era su aroma, de tal manera que cuando años después lo tomaba, sus páginas desprendían esa fragancia única que caracteriza a los libros, y que descargaba un programa con todos los acontecimientos de aquellos años guardados en mi memoria; de la misma manera que el ácido que brota al quitar la cáscara de una simple mandarina, hace que de inmediato, recuerdos de la infancia y tal vez de la adolescencia, se le presenten en la mente tan claros como imágenes en una pantalla de TV.
Son los aromas, moléculas químicas, del papel o de la tinta de los escritos o de las más variadas sustancias, capaces de desatar un torbellino de imágenes y recuerdos. La mayoría gratos, pero el fenómeno también vale, supongo, para los que no lo son.
La voluntad, nada puede con el aroma de las manzanas frescas. Aquel perfume que había al ingresar a una verdulería y que hoy ha desaparecido, pues los supermercados mezclan las mismas con los productos de limpieza.
Recuerdo las esencias de algunas revistas al entrar a la librería de Osvaldo Marnich, a fines de los años sesenta y durante los setenta. Había un pequeño grupo de ellas, muy aromáticas y coloridas, de aventuras, sobre una rústica mesita hecha con palos de escoba, que emitían un agradable aroma dulzón, que no he podido hallar; ni he conservado ejemplar que pueda suministrarlo; pero, tal vez un día, logre retornar por un momento a aquel recinto, donde se hablaba de política, de economía, y hasta de platos voladores.
Los aromas, son como máquinas del tiempo, pues con ellos la mente retorna al pasado.
El chocolate de niño, el café de la juventud, la escuela primaria, el aroma del cine de la localidad, serán portadores de un mensaje único e irrepetible, rara combinación de moléculas de conformación única. Cuando se encuentran con otras iguales ya registradas en la memoria, descargan los recuerdos del momento en que fueron almacenadas, no importa cuanto tiempo transcurrió y jamás se borran. El mismo fenómeno se repite con la música.
Si alguna vez, el lector recorrió un campo de lavandas en flor en las sierras, o de romero o mentas azuzadas por sus manos o su paso, o por el viento, jamás olvidará que habrán captados sus sensores. Llevará esas moléculas impresas en su mente hasta el final de sus días.
Los naranjos en flor al comienzo de la primavera, o de los siempre verdes a mediados de diciembre, o de los jazmines del aire, registrarán el momento y lo llevaran al futuro, para luego, descargar el pasado.
También, las ciudades tienen su propio aroma; recuerdo la primera vez que viajé a la ciudad de Buenos Aires; en los subtes había y hay, aún hoy, un raro aroma de la grasa mineral electrificada. No hace mucho tiempo, recibí unos papeles que estuvieron almacenados en el gran Buenos Aires por años, cuando los tuve en mis manos y sin conocer aún la procedencia, supe de dónde provenían. Tenían empapadas las moléculas de la ciudad y seguro que Córdoba como otras grandes urbes tendrán su propia secuencia aromática. Quizás, también las pequeñas ciudades, impriman su sello molecular.
El aroma de los frutos de Ombú, maduros, me trasladan a mis primeros días de escuela primaria, los mismos maduran en el otoño y su aroma inigualable me transporta a aquellas escenas, tan claras, como si los hechos ocurrieran hoy, ahora mismo.
Pintura de Entrada: Hugo Peyrach-"Lavandas Serranas"


HUGO PEYRACH
“Poética”
Diciembre de 2007.-

viernes, 6 de mayo de 2011


“EL CUENTO DEL TERRUÑO”


Hace más de cien años arribaba a Buenos Aires un vapor de bandera Italiana, a bordo, junto a tantos otros, venía Don Carlín, a trabajar la tierra prometida. Dejaba atrás, una pequeña localidad del norte de Italia, rocosa, de suelos pedregosos y una vida, hasta entonces, de mucho trabajo y miseria.
A los veinte años no es tan difícil decidirse por un aventura de estas características, y mucho menos si uno por desconocimiento y falta de instrucción, se lleva por lo que la propaganda, adrede, argumenta y aún más, si deciden financiarles los gastos del viaje.
No obstante, aún así resulta un salto al vacío; un quiebre a la normalidad, pero también una oportunidad, que jamás se repetirá.
Carlín, luchó, y sobre todo trabajó con ahínco de sol a sol durante años, para adquirir algunas cuadras propias de buena tierra.
Pero un día, cuando ya había logrado hacer realidad algunos de sus sueños, la historia terminó y entre otras cosas, quedaron en el recuerdo unas pocas palabras que él transmitió como un cuento y que solía relatarles a sus hijos y nietos. Un trozo de su espacio tiempo.
El cuento, que más que ello es un relato, contaba cómo había levantado la casa de piedras donde vivía su familia al pie del monte, en la Italia del Norte, zona de los bellísimos Alpes Italianos, donde no existe el horizonte rectilíneo, un lugar, que el abuelo antes de llegar no podía ni siquiera imaginar. Una superficie tan vasta, plana, sin plantas y sin piedras. La pampa argentina. Luego, desde el barco, dio con el horizonte, que no era más que una línea en la lejanía, y alguien de la tripulación les señaló que a dónde ustedes van , es la misma cosa, solamente que en lugar de mar hay tierra, hasta el fin del mismo.
La historia contaba como durante meses acarreó piedras en un carro tirado por burros, yendo y viniendo al río cercano en busca de las mismas que sólo el agua de río puede formar. Pero actas para levantar muros, intercalándolas con argamasa de cal y arena que abundaban en la región. Su padre y unos amigos vecinos la levantaron, piedra a piedra..
Después de acarrear carros tras carros, y de trabajar meses en la construcción de la misma, un día quedó terminada. Esa misma noche un sismo de regular magnitud dejó la mayoría de las piedras nuevamente como si estuvieran en el lecho que las formó, ya que los sismos eran frecuentes en el lugar, desbastando más de una vez buena parte de la comunidad.
También les contó, que las huertas eran difíciles de sobrellevar, o no llovía por meses, o el río inundaba la comarca al desbordarse como consecuencia de una gran lluvia en lo alto de la montaña, o, los inviernos la cubrían de nieve. Aquí, es muy distinto, sismos, nunca oí ni percibí uno; las lluvias son abundantes en general y las cosechas vienen bien; hay pastos para los animales, los gobiernos son benévolos si uno no se mete con ellos, los vecinos amigables, el cielo diáfano, los verdes intensos y hasta los años han sido prósperos para la familia. Hemos adquirido tierras para que ustedes progresen, pero voy a decirles algo, se trata del terruño, ese amor al lugar donde uno ha nacido, el lugar que eligió dios, ese olor a la tierra, a sus árboles en otoño, a las flores de primavera o al paisaje nevado. Todavía lo llevo dentro de mi corazón y se me hace un nudo en la garganta cuando pienso que aquí he de quedar para siempre. Es que uno pertenece al lugar donde nació. El amor al terruño, es algo que no puede contarse con palabras y se lo siente aquí, en el pecho, señaló. Esto quería decirles, porque no tengo ninguna otra forma de manifestárselo, que sepan, por más oferta que tengan, por más necesidades, nunca las cosas serán iguales; recuérdenlo, es duro no poder volver al lugar donde uno nació, no poder tocar aquellas antiguas piedras redondas. Cada noche al acostarme, se me aparecen y cada mañana al levantarme me recuerdan de dónde he venido.
Un mañana luminosa, otoñal, el abuelo cerró sus ojos para siempre, y fue inhumado en el cementerio local. Las cosas habían salido bien, desde el plano material, y un lujoso ataúd, ocupó la bóveda de un suntuoso panteón.

Algunos años después, Guillermo, uno de los nietos pudo viajar al Norte de Italia en busca de la casa de piedras de su cuento. Cómo era de esperar, la encontró en un barrio abandonada y las piedras redondas esparcidas por el sitio; recogió algunas de ellas y hoy descansan junto a la tumba del abuelo Carlín.

Pasaron los años, la situación económica del país fue empeorando gradualmente, hasta que en una de las crisis esporádicas Guillermo, cautivado por la Italia industrializada del norte y su doble ciudadanía, decidió emigrar. Hacia allí partió con su pequeña familia un día de invierno. Pasaron los años, y mantener el nivel de vida en Italia es muy costoso, se trabaja para vivir en el confort que impone la tecnología, y nada más, la vida es un círculo de trabajo y consumo.
Pasaron las décadas y a los hijos le sucedieron los nietos. Uno de ellos, Dino, decidió volver a recorrer el espacio tiempo, donde su abuelo había sido criado y contado el cuento del terruño.
Dino, el nieto de Guillermo, viajó a Buenos Aires y desde allí al interior de la provincia de Córdoba, en las Pampas Argentinas. Localizó el espacio; viejos vecinos le marcaron la casona que el tiempo había comenzado a derruir. Dino, el tartaranieto de Don Carlín, tomó del suelo sendos trozos de ladrillos cocidos, que habían pertenecido a la casona, los colocó en una bolsa de nylon y los guardó en un bolso gris. Luego, se marcho en silencio; retornó a Italia y los colocó junto a la tumba de su abuelo Guillermo.. La dimensión espacio, permanecía en su lugar, pero, la dimensión tiempo, había avanzado ciento cincuenta años.


Hugo Peyrachia.
“Poetica”
Diciembre de 2008